jueves, 31 de julio de 2008

Radiante Despues de la Playa

Estás de vacaciones en la playa, tu programa diario: tostarte al sol y algún que otro chapuzón en el mar… El mejor momento del día: cuando vuelves de la playa, más morena y un poquito quemada si te has despistado con la crema. Te encierras en el cuarto de baño y sales guapísima y ¡dispuesta a lucir moreno esta noche!
¿Cómo? Gracias a nuestro programa de choque en cuatro tiempos:
  • Limpiar y refrescar
  • Calmar la piel
  • Realzar el bronceado
  • Iluminar el rostro

¡Descubre ya mismo los mejores trucos de belleza!

Primera etapa: Limpiar Y Refrescar

¿Te sientes pegajosa después de la playa? Lo primero es la limpieza, teniendo en cuenta la sensibilidad de la epidermis después de una exposición al sol.

Lavar: Para limpiar los restos de arena, sal y crema solar, lávate la cara con un gel muy suave que tenga un pH neutro, sin jabón y sin perfume. El gel debe respetar el equilibrio hidrolípico de la piel (= la dosis de hidratación), que a menudo se altera con el sol. Evita por tanto limpiadores abrasivos que resecan la piel y pueden hacer que tu piel esté tirante.

Purificar: La mayoría de las cremas solares presentan una textura muy grasa. Activan la producción de sebum, que sobre todo obstruye los poros. Ello provoca granitos muy desagradables. Para evitarlo, exfolia la piel una o dos veces por semana para eliminar las impurezas y las células muertas que impiden que la piel respire.

Buen truco: para que la crema exfoliante no agreda la piel, mézclala con una pequeña dosis de tu crema hidratante. ¡Efecto 2 en 1 asegurado!

SOS: ¡me he quemado !: Si te has quemado la cara, sobre todo no eches un chorro de agua fría. Si el agua del grifo tiene mucha cal reforzará la sensación de quemadura y las rojeces. Es preferible una locion limpiadora y aplicarla (muy) suavemente con un algodón.

Buena idea: ¡Refréscate con agua de rosas! Es conocida por sus virtudes calmantes, suavizantes y hidratantes. La loción ideal para después del sol. Para que resulte aún más fresca puedes guardarla en el frigorífico.

Segunda etapa: suavizar la piel

¿Sientes tu piel quemada, tirante y una gran sensación de calor? Necesita cuidados adaptados para reparar los daños ocasionados por el sol y recuperar su buen aspecto.

Indispensable: Cuando la piel está enrojecida, caliente, y sensible debido al sol, la clásica crema hidratante no es suficiente. Debes optar por un alter sun que calme las quemaduras, nutra la piel y refresque.

A tener en cuenta: aunque no tengas la impresión de haberte quemado, utiliza de todos modos una crema para después del sol a diario cuando tomes el sol porque ayuda a preservar el capital celular reestructurando los tejidos y reduciendo las arruguitas.

¿Cuál elegir?

En la actualidad existen multitud de cremas after sun que puedes elegir en función de sus componentes y el efecto deseado:

- el aloe vera calma las quemaduras
- la alantoína es una materia muy grasa que nutre- los péptidos disminuyen el dolor- la uncaria de Amazonia es un anti edad- los aceites esenciales de lavanda, jazmín y romero refrescan.

Truco: si tienes realmente la nariz y la frente roja y quemada, aplica el after sun en mascarilla y déjala durante 10 minutos sobre el rostro, y después retíra la crema con un algodón.
En caso de quemaduras graves: Aplica una crema contra las quemaduras en capa espesa antes de dormir, sin hacer que penetrar. La piel la “beberá “ durante la noche.

¡Atención ! Si vuelves al día siguiente a la playa piensa en darte una ducha para eliminar los restos de crema contra las quemaduras, sino la película de crema que queda sobre la piel va a "cocer" al sol y multiplicar aún más los riesgos de quemadura. Y por supuesto no te expongas al sol: ¡El sombrero, la camiseta de manga larga y la protección total son obligatorios!


Tercera etapa: Realzar el bronceado

Ahora que tu piel está bien limpia e hidratada, puedes realzar tu bronceado con algunos trucos…
Nutre tu cuerpo: El sol "bebe” el agua de nuestro cuerpo. Resultado: una piel reseca sobre las piernas y la piel pela en cuando pasan unos días. Para evitarlo, nutre todo lo posible tu piel para que el bronceado perdure y las células de melanina continúen activas. Aplica aceites de Monoï, con nácares ultrafinos, para lucir una piel satinada.

> Un buen truco: elige aceites en versión "seca", muy nutritivas pero menos pegajosas.
Haz trampa:

Con los polvos de sol: nuestro mejor aliado para realzar el bronceado. Aplícalos con una gran brocha sobre el rostro y el escote para acentuar naturalmente el aspecto moreno. Elige los polvos según el tono de tu piel a la base: piel clara o morena.
Con cremas con color: Las cremas con color realzan el broceado al tiempo que hidratan, son una buena opción para sustituir la base del maquillaje en verano.

Atención: aunque estas cremas contienen a veces filtros UV, no constituyen auténticas protecciones solares durante una exposición al sol. Utilízalas sólo como un toque de maquillaje para salir de noche

Con cuidados prolongadores de bronceado: Estos cuidados presentan los mismos componentes que un after sun, pero además contienen activos que estimulan la producción de melanina ¡incluso sin tomar el sol!


Cuarta etapa: un maquillaje luminoso

Ahora que ya tienes una piel suave como la de un bebé y un precioso bronceado, resalta tu rostro con un maquillaje luminoso. La tez: Si ya has aplicado polvos de sol no es necesario añadir más. Unos toques de iluminador sobre los pómulos son suficientes para resaltar tu bronceado.

Un buen truco: para contrarestar la transpiración, lleva en el bolso hojas de papel matificante para los retoques antibrillos cuando salgas de noche. Pásalas sobre la zona T, para absorber el sebum.

Los labios: ¡Un maquillaje muy suave ! Bálsamo hidratante, brillante natural o un gloss pastel son las mejores opciones. Olvídate de las barras de labios de larga duración que utilizas el resto del año. Los labios sufren con el sol y necesitan nutrición

Un buen truco: Aplica tu bálsamo labial bajo el gloss.

Los ojos: Elige una máscara de pestañas waterproof, el aire es húmedo al borde del mar y se transpira más.

Para la sombra de ojos, elige los colores en función del color de tu piel y de tu bronceado:

- Si tu piel es clara y tiene un bronceado rosado, puedes jugar con los colores naturales. Bronce, dorado; marrón, te irán muy bien a condición que las sombras sean irisadas.

- Si eres de piel morena o ya estás bien bronceada, atrévete con los colores vivos, muy a la moda esta temporada, por ejemplo un toque de turquesa o fucsia sobre los párpados.

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