martes, 15 de diciembre de 2009

El Automasaje

¿A quién no le gustan los masajes? Es normal, proporcionan un bienestar considerable tanto al cuerpo como a la mente: te relajan, te estimulan, te cuidan... Lo peor... ¡Su precio! Si cada vez que sentimos una molestia o tenemos las piernas cansadas tenemos que ir al masajistas, ¡terminaremos gastandonos una fortuna!La solución: el automasaje. Practicado según unas técnicas precisas, puede resultar la mejor cura para pequeñas molestias, dolores o estrés.
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Insomnio

1 - Masajea la punta de tus dedos, que corresponde a la zona de los ojos y los senos. Masajeando esta parte de las dos manos, te relajarás y vaciarás tu mente.

2 - Presiona cada dedo contra la palma de la mano opuesta, con fuerza, durante 5 minutos.

Tobillos hincahdos

1 - Siéntate en el suelo, dobla la rodilla para alcanzar mejor el tobillo. Si puedes, pon la planta del pie completamente sobre el suelo. Desliza las palmas de tus manos desde el pie hasta la rodilla, con movimientos lentos y suaves.
2 - Masajea el tobillo con dos dedos. Gira un poco el pie realizando movimientos fluidos, 6 veces en el sentido de las agujas del reloj, 6 veces en el otro.
3 - Utiliza la llema de dos dedos o más para hacer pequeños movimientos de amasado alrededor de los tobillos, como si hicieras un rollito con la piel. Masajea los dos lados al mismo tiempo. Gira en el sentido de las agujas del reloj tres veces.
4 - Pon las manos detrás de tu tobillo y presiona suavemente sobre el tendón de aquiles con la punta de los dedos. Asciende y desciende por los dos lados del tendón, entre el talón y la parte donde comienza la pierna. La presión ha de ser ligera y agradable.
5 - Repite con el otro tobillo

Vista cansada

1 - Frótate las manos para calentarlas. Luego, cúbrete los ojos con las palmas de las manos. Junta los dedos para provocar la mayor oscuridad posible. Quédate en la oscuridad de 2 a 3 minutos.
2 - Pasa tus manos de las mejillas a las orejas con un movimiento suave, para ayudar a estimular la circulación sanguínea de esta zona. Repítelo 6 veces.
3 - Pon los dedos índie y corazón encima del ángulo interno de tus párpados. Haz presiones estáticas hacia el exterior, a lo largo del párpado. Apoya, mantén y relaja. Hazlo tres veces. Después haz pequeñas presiones sobre los párpados.
4 - Aprieta suavemente alrededor de tus ojos con la yema de todos tus dedos. Termina abriendo y cerrando los ojos varias veces.

Nuca tensa

1 - Sentada o de pie, pasa el brazo por delante del pecho y pasa tus dedos por la línea comprendida entre la base del cráneo y del hombro, descendiendo a lo largo del cullo. Repítelo varias veces. Inclina ligeramente la cabeza hacia el hombro opuesto. Repite y pasa al otro hombro.
2 - Pon las muñecas en la base de tu cuello y deja los dedos a cada lado de la columna vertebral. Masajea los músculos con la punta de los dedos, tira hacia lo alto y presiona entre las palmas y los dedos. Repite a lo largo de los hombros.
3 - Haz "rollos" con los dedos alrededor de la nuca. Estira los músculos de ambas partes de la nuca y presiónalos entre la palma y los dedos. Presiona descendiendo de la base del cráneo a la parte baja de la nuca. Repite varias veces.

Estreñimiento

1 - Tiéndete de espaldas, pon la palma de una mano sobre tu abdómen. Realiza un pequeño círculo en el sentido de las agujas del reloj alrededor de tu ombligo con los dedos. Comienza por una presión muy ligera y acentúala progresivamente. Haz 4 círculos.
2 - Pon una mano sobre la otra y describe círculos más grandes que los anteriores con las palmas de la mano, cubriendo toda la parte abdominal. Haz un movimiento bastante firme y siempre como las agujas del reloj con el fin de seguir el circuito del intestino grueso. Hazlo otras cuatro veces.
3 - Utiliza la yema de los dedos de una sola mano para hacer pequeñas rotaciones, siguiendo el mimso sentido que en los gestos anteriores. Haz sólo un círculo.
4 - Amasa delicadamente tu vientre con el dedo gordo e índice. Alterna las manos para levantar y relajar la piel.
5 - Calma la zona abdominal con ligeras presiones deslizantes que vayan de izquierda a derecha, con una mano tras la otra, con un movimiento de ola, tanto tiempo como quieras..
6 - Acaba la secuencia poniendo tus palmas justo bajo tu ombligo, con la puntas de los dedos tocándose. Manten la postura 1 minuto. Respira lenta y profundamente. Relájate.

Dolores de cabeza

1 - Masajéate la cabeza: haz presiones-rotaciones bastante fuertes, como si te estuvieras dando un champú, intentando despegar el cuero cabelluo. Las tensiones se relajan y poco a poco sentirás un poco de relax.
2 - Masajea con la punta de los dedos la frente y las sientes de 1 a 3 minutos.

Calambres

1 - De pie, sitúate a unos 50 cm de una pared y pon tus manos sobre ella. Pon la pierna que te duele detrás de ti, tan lejos como sea posible, sin forzarla. Deja ambos pies completamente pegados al suelo. Dobla la rodilla de delante y apóyate lentamente sobre el muro, sin elevar el talón de la pierna trasera. Siente cómo se estira la pierna y relájala progresivamente. Manten la postura contando hasta 10.
2 - Sentada con las dos piernas extendidas. Pon la pierna que te duele encima de la otra, masajea la pantorrilla con una mano o con las dos. Presiona y haz "rollos" firmes con el músculo. Termina con una presión deslizando las manos desde el tobillo hasta la rodilla para llevar el flujo sanguíneo hacia el corazón.

Estrés

1 - Siéntate, bien derecha, respira profundamente varias veces.
2 - Pon la punta de los dedos de tu mano izquierda justo bajo el esternon. Esta parte se llama plexo solar y es el punto de encuentro de toda una red de nervios. Mantenlo durante dos o 3 respiraciones para calmar y relajar todo el sistema nervioso. Relaja y comienza de nuevo. Respira lenta y pausadamente.
3 - Con una ligera presión, desliza la yema de los dedos, haz diez círculos pequeños sobre el plexo solar en el sentido de las agujas del reloj.
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Fuente: Enfemenino.com

martes, 8 de diciembre de 2009

La estancia en la maternidad

Acabas de dar a luz y te has convertido en la mamá de un pequeñín. ¿Cómo se desarrollarán los días a venir? Descubre todo lo que hay que saber para vivir del mejor modo los días que pases en la maternidad.

Por el día
Los próximos días están destinados a que descanses y conozcas al bebé. El equipo médico os cuidará a los dos y te dará útiles consejos. El tiempo estará marcado por la toma de la tensión y la temperatura para saber que todo va bien. El bebé recibirá la visita de la partera para cambiarlo, del médico, de los enfermeros y del pediatra.
Aprovecha esta estancia para preguntar al personal médico todo lo que necesites. Es el momento ideal para recibir consejos sobre cómo acoger en casa al nuevo miembro de la familia. Intenta también reposar al máximo porque necesitarás estar descansada.

Por la noche
Tus primeras noches con el bebé seguro que son moviditas, pues el menudo sentirá la necesidad de estar cerca de ti. Acaba de perder su entorno de referencia y necesita cariño. Hay maternidades que disponen de guardería para las dos primeras noches; es una buena idea si sientes que necesitas descansar para poder estar a pleno rendimiento al día siguiente. Pero no dejes que los demás decidan por ti y pidan que el bebé se quede en tu habitación si lo que de verdad necesitas es dormir. Y lo mismo si lo que quieres es que el recién nacido se quede contigo, dejarlo en la guardería te pondrá muy nerviosa, así que, si es lo que quieres, pide que lo dejen en la habitación contigo.

Las pruebas
La partera te visitará los días siguientes al parto para asegurarse de que todo se desarrolla con normalidad. Es ella quien se encarga de controlar la evolución de tu estado, de realizar las pruebas clínicas y prescribirte medicamentos si es necesario, mientras los médicos descartan patologías eventuales en el bebé, al que se le mide la temperatura y se pesa constantemente.
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La lactancia
Si aún tienes dudas en cuanto a la lactancia, aprovecha el momento para hablarlo con el puericultor y las parteras. Aprovecha su experiencia si necesitas ayuda para encajar al bebé en el pecho o si necesitas consejo para hacer que la subida de la leche sea menos dolorosa.

La duración
La estancia en la maternidad varía en función de las personas. Dependiendo de cómo haya ido el parto la estancia suele ser de tres días a una semana, pero las complicaciones y un parto por cesárea suelen alargar el ingreso en el hospital.

Fuente: Enfemenino.com

viernes, 4 de diciembre de 2009

Hacer el amor en lugares públicos

Da un giro a tus costumbres sexuales
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¿Cuál es el mejor lugar para hacer el amor? La cama, por supuesto. Pero de vez en cuando no hay nada mejor que tentar a tu pareja a salir de la rutina. Hacer el amor en lugares públicos es una fantasía muy común y realizada. El riesgo de que te descubran y saber que estás haciendo algo que no está bien mezclan la sensación de miedo con la excitación y aumentan el placer. Si tienes ganas de enriquecer tu vida sexual y de hacerla más abierta, prueba con pequeños juegos eróticos, pero evita llevarlos a cabo en hora punta.
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Hacer el amor al aire libre
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La playa, el parque de al lado de casa, el mar, el bosque… Deja que tu imaginación juegue, sobre todo, en cuanto al lenguaje corporal: siente el frescor de la brisa en tu piel, el roce de la hierba fresca, ¡la llamada de la naturaleza! Vuestros cuerpos enlazados crean una osmosis perfecta y estar al aire libre bajo las estrellas o bajo un cielo azul inmaculado es sencillamente embriagador.Sigue este consejo para disfrutar al máximo de vuestro paréntesis picantón: no te olvides del mantel o la toalla para que la arena o las espigas no te incomoden. Te llevarás un gran recuerdo además de grandes risas y un inmenso placer. Haz el amor al aire libre, te dará libertad, te desinhibirás, desafiarás todos los elementos y escucharás cómo habla tu cuerpo. Es el ambiente ideal para los arrumacos.
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Hacer el amor medio a escondidas
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El hueco de la escalera o el ascensor son los grandes clásicos masculinos para alcanzar el séptimo cielo. En el caso del ascensor, deberás comprobar que haya un botón de stop, a menos que seáis más rápidos que el viento. La piscina pública, un parking mal iluminado, el coche, la oficina, el probador en rebajas con una cola interminable, los baños de un restaurante chic o del tren (sacudidas garantizadas), el cine… La lista es larga. El arte de hacer el amor en público reside en no ser pillados intentando llamar la atención y viviendo experiencias sexuales lo más estimulantes posibles. La complicidad con la pareja es esencial para estos jueguecitos de los que seguro que ambos os acordaréis. La cuestión está en ser o no ser vistos. Consumar la relación a veces resulta delicado en algunos lugares demasiado indiscretos, por eso también puedes optar por la alternativa de la masturbación. Acariciaos mutuamente para volverle loco, hazle una felación debajo de la mesa o por debajo del mantel intentando ser lo más discretos posibles. ¡Empieza con una explosión de deseo y acaba con un recuerdo apasionado!
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Reglas que no hay que olvidar
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-Está muy bien juguetear y divertirse en público, pero nunca sobrepases el límite de la seguridad: el preservativo es indispensable si no conoces a la otra persona o si no has superado el test del VIH.
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Luego no digas que no te hemos avisado: infórmate acerca de si hacer el amor en lugares públicos está penado en tú país. En Francia, por ejemplo, el artículo 222-232 del Código Penal condena el exhibicionismo con penas de cárcel y 15.000 € de multa. Esto da que pensar antes de juguetear en según qué lugares. Por favor, dis-cre-ción.

Fuente: Enfemenino.com