viernes, 29 de mayo de 2009

Sexo: 10 ideas preconcebidas sobre las mujeres

Se nos considera frágiles, sentimentales y menos interesadas en el sexo que los hombres. ¡Basta de ideas preconcebidas! Para ti, levantamos el velo sobre la sexualidad femenina.

1- Las mujeres tienen menos deseo que los hombres
Es cierto, los hombres son más pulsionales, más reactivos a la excitación y más fácilmente aptos para el disfrute. Por eso las mujeres no pueden vivir su sexualidad como los hombres. Pero esto no significa que tengan menos deseo, sino que simplemente se expresa de otro modo, incluso más discretamente. Porque, más allá de la excitación física pura, las mujeres necesitan sobre todo sentirse deseadas.
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2- Para las mujeres, el sexo no tiene importancia
Existe una idea preconcebida que dice que a las mujeres no les gusta el sexo y prefieren tener una vida de pareja o una vida familiar feliz, a riesgo de tener una vida sexual pobre. ¡Pues no es verdad! A las mujeres también les gusta el sexo, pero no privilegian un campo más que otro. Simplemente intentan conciliarlo todo. La emergencia de nuevas figuras femeninas, tales como las heroínas de Sexo en Nueva York, demuestra muy bien que el sexo no es la última de nuestras preocupaciones.
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3- Las mujeres hablan más de sexo entre ellas que los hombres
No forzosamente. Las mujeres hablan mucho de sexo entre ellas. Una vez contadas las primicias románticas del encuentro, pasan sin dificultades a los detalles más picantes. Los hombres hablan igual de sexo, pero con menos detalle. Prefieren decir si estuvo bien o no, sin hacer largos y detallados comentarios. Así pues, nosotras hablamos de sexo de otro modo, ¡pero no más!
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4- Las mujeres se masturban muy poco o nada
Difícil de decir porque la masturbación femenina todavía sigue siendo tabú.
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5- A todas les gusta el cunilingus
¡Por supuesto que no! El 75% de las mujeres ya ha practicado el cunilingus, pero según una encuesta americana, el 45% de las mujeres tendría dificultades para recibir este tipo de caricias bucales. Por molestia o simplemente porque nos parece desagradable, a todas no nos gusta el cunilungus.
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6- Si una mujer no lubrica de forma natural es porque no tiene ganas
No tiene por qué. Existen otras causas de sequedad vaginal ocasional. Hay que tener en cuenta el estrés, las modificaciones hormonales, la falta de actividad sexual, e incluso los tratamientos médicos. La mayoría de las veces, la falta de lubricación vaginal no tiene que ver con el deseo.
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7- Las mujeres son demasiado románticas
Sí, nos gustan los ramos de flores, los regalitos sorpresa, las palabras de amor… pero no sólo eso. También nos gustan los hombres un poco rebeldes, que no ceden a todos nuestros caprichos y que se nos resisten (un poco).
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8- A las mujeres les gusta tomarse su tiempo
Sí y no. Aunque es de conocimiento público que a las mujeres les gustan los preliminares, también es verdad que de vez en cuando quieren relaciones rápidas, un poco “a lo bruto”, ya que les gusta el efecto sorpresa y la bestialidad de un abrazo. Por lo tanto, los hombres pueden olvidarse del ritual de las caricias antes del acto.
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9- Necesitan amar para hacer el amor
Hubo una época en la que era cierto, pero ahora las mujeres toman ejemplo de los hombres. Actualmente, diferencian perfectamente el corazón y el sexo, y no experimentan forzosamente culpabilidad con relación a este tema. Sin embargo, para ellas, nunca habrá sexo sin respeto.
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10- El placer de la mujer depende del tamaño del pene
Es un verdadero problema para los hombres... que piensan que el orgasmo femenino y el placer dependen simplemente del tamaño de su pene. Es totalmente falso, ya que la profundidad de la vagina es limitada y el punto G no se encuentra en el fondo de la cavidad, sino a unos 4 cm de la entrada. Señores, las claves del placer femenino residen en otras cosas: ¡en los preliminares, las caricias, el conocimiento del cuerpo de la compañera y vuestra habilidad!
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Fuente: Enfemenino.com

jueves, 21 de mayo de 2009

Maquillaje permanente

Un maquillaje que no se corra y que se mantenga impecable en todo momento, ¿es un sueño? Pues no, ahora ya es posible gracias al maquillaje permanente.
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¿Qué es?
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El maquillaje permanente es como un tatuaje. Un tatuaje, algo particular, que se realiza con unas agujas ultrafinas a nivel epidérmico. Se inyectan pigmentos minerales o sintéticos en la superficie de la piel, bajo pequeños vasos sanguíneos. Los pigmentos, generalmente, se suelen probar con anterioridad en un laboratorio para evitar así una reacción alérgica. Evidentemente, eres tú la que elige el color. Esta técnica sirve para redibujar cejas poco pobladas, perfilar unos labios demasiado finos o mal perfilados, pintar la raya del ojo, disimular una cicatriz o hasta para hacerte un lunar.
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¿Cómo se hace?
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Tras haber realizado un trazo con el lápiz, el experto introduce los pigmentos milímetro a milímetro con una aguja y siempre bajo los efectos de la anestesia local. Duele mucho menos que un tatuaje común.Una intervención de este tipo dura una media de 1 hora. Dos semanas más tarde, tienes que volver a hacerte un retoque. La piel queda un poco roja y algo inflamada entre los primeros 8 y 15 días tras la intervención. Por tanto, las zonas retocadas deben limpiarse bien con un antiséptico.
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Permanente pero no definitivo
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Es un maquillaje que llevarás a diario, así que tiene que ser algo natural; lo que no impide que se pueda intensificar según el gusto, con un maquillaje tradicional.Con el paso del tiempo y la exfoliación natural de la piel, los pigmentos se eliminan y el color se atenúa. Todo depende de la velocidad con la que la piel se renueva, los colores que se han utilizado y el estilo de vida de la persona (el sol, por ejemplo, altera los pigmentos). El maquillaje, por tanto, es permanente pero sólo durante 2 o 3 años; que no está nada mal, ya que la moda cambia y, las tendencias de maquillaje también.
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Ventajas
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-El maquillaje permanente siempre está bien, no se corre, no se va y siempre está impecable sea cual sea el momento del día y estés donde estés.
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-Apenas se sangra con esta técnica, por lo que estás presentable rápidamente.
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-El hecho de pincharte estimula la microcirculación y activa la actividad de las células: las arruguitas se atenúan, sobre todo, alrededor del labio.
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Precauciones que debes tomar
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-Antes de decantarte por el maquillaje permanente, piénsatelo bien: el resultado puede ser espléndido u horroroso, cuando no se aplica bien.
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-Elige a un especialista con experiencia, un dermatólogo o una esteticién especializada.
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-Antes de realizar la intervención, exige un presupuesto en el que se precise el precio y la parte del rostro que se retocará. Haz que se indique que la consulta informativa es gratuita y qué pigmentos se utilizarán. Los colores y los trazos que se apliquen deben ser de tu gusto.
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-Exige que se utilicen pigmentos naturales, porque no son nocivos para el cuerpo.
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-Verifica la fecha de caducidad de las agujas. Ni qué decir tiene que éstas deben ser de un solo uso.
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-La intervención siempre debe realizarse con guantes quirúrgicos.
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-Atención: cada vez son más los institutos de belleza que se lanzan a realizar este tipo de intervenciones a precios bajos. A menudo, utilizan equipos que no son seguros y pigmentos de baja calidad que pierden el color en pocos meses.
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Fuente: Enfemenino.com

viernes, 15 de mayo de 2009

Algunas técnicas de masaje

¿Recibir un masaje o masajear a alguien sin ser profesional? Por qué no. Con la condición de que se eviten las zonas delicadas (columna vertebral, cuello, parte posterior de las rodillas) y se controlen los movimientos básicos necesarios para todos los tipos de masajes (ayurvédico, deportivo, californiano). Sigue nuestros consejos para estar segura.
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Rozamiento
Su objetivo. Primera maniobra de un masaje, consiste en una toma de contacto entre el masajista y el paciente, y prepara el cuerpo para las técnicas siguientes. También puede concluir un masaje con suavidad.
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Práctica. Con la yema de los dedos y luego con las palmas de las manos, deslízalas sobre la piel en una dirección adaptando la masa muscular. La presión ejercitada debe ser suave y constante, y la velocidad de ejecución debe ser lenta.
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Masaje terapéutico
Su objetivo. Esta técnica profunda pretende devolver la flexibilidad a la piel y relajar los músculos.
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Práctica. Sobre las partes anchas y carnosas del cuerpo, con las manos planas y los pulgares separados, amasa un pliegue de piel. Moldea la masa muscular haciendo trabajar tus manos alternativamente: tira hacia ti con una mano y empuja con la otra en la dirección opuesta. Luego desplaza tus manos para cubrir otra zona. La presión ejercitada debe ser importante, pero no dolorosa.
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La presión deslizada
Su objetivo. Es la maniobra más utilizada en los masajes: ejercida desde los pies hacia la cabeza, mejora la circulación del retorno venoso, elimina las toxinas de los músculos, oxigena los tejidos y relaja.
Práctica. Se realiza como el rozamiento, con una presión más constante. Envuelve la zona totalmente con las manos, haz rodar tus pulgares perpendicularmente a las fibras musculares. Varía la velocidad en función del efecto deseado: cuanto más rápido, más estimulante.
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La presión profunda
Su objetivo. Es la maniobra más “psico” y confronta al paciente con sus tensiones profundas. Así, algunos métodos de digitopuntura (reflexología, shiatsu…), mediante el ejercicio de presión sobre los puntos de acupuntura, tienen como objetivo influir de modo beneficioso sobre los tejidos o los órganos coordinados con estos puntos.
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Práctica. Este masaje supone que te centras primero en los pequeños nudos perceptibles al tacto y sensibles a la presión. Una vez realizado, comprímelos con el dedo índice o corazón contra el hueso que se encuentra debajo. Si aparece dolor, mantén la presión durante unos segundos, relaja y empieza de nuevo aumentando ligeramente la presión.
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El palper-rouler
Su objetivo. Maniobra de referencia en estética, pretende luchar contra la celulitis, estimulando los adipocitos, estimulando los intercambios cutáneos y mejorando la microcirculación local.
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Práctica. Sobre las zonas afectadas (nalgas, muslos, vientre), coge un pliegue de piel entre tus pulgares, los dedos índice y corazón. A continuación, haz rodar la piel desplazando tus pulgares en la dirección escogida. Efectúa esta maniobra lentamente sin hacer daño. Para una mayor eficacia, realiza presiones deslizando los dedos.
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La percusión
Su objetivo. Esta maniobra dinámica pretende mejorar la circulación sanguínea y tonificar los tejidos.
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Práctica. Con los puños cerrados a 4-5 cm del cuerpo, relaja las muñecas y martillea las zonas carnosas, con un movimiento lento pero seguro. Rebota sobre la piel, con ritmo, hasta escuchar pequeños ruidos sordos. Puedes practicar este movimiento con las manos ligeramente encorvadas o con el lado de las manos.
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Fuente: enfemenino.com