jueves, 28 de julio de 2011

Cuidar la flora intestinal

Consumir alimentos con fibra insoluble, levadura de cerveza, yogurt, rábanos, berros, contribuye a la sobrevivencia de bacterias beneficiosas para la salud

Desde que se nace, al momento del parto, el niño recibe la primera colonización de bacterias a través de la flora intestinal y vaginal de la madre, que le ayudarán a metabolizar la futura alimentación, aprovechar nutrientes y protegerlo de infecciones. Luego, a través de la lactancia materna, llegan al intestino las bifidobacterias, otra ventaja del amamantar, pues los bebés alimentados con fórmulas crean una flora diversa, de diferente calidad.
Luego del destete, con la incorporación de otros alimentos, esta flora va cambiando hasta llegar a la edad adulta, según factores como la alimentación, el estrés y el entorno.


¿Por qué es importante?

Además de mantener a raya bacterias nocivas en el intestino, la flora intestinal sana ejerce funciones metabólicas, nutritivas y protectoras. Así, ayuda a la fermentación de los carbohidratos y la putrefacción de proteínas, para generar ácidos grasos de cadena corta, que a su vez son responsables de sintetizar vitaminas como la K, esencial para prevenir hemorragias, algunas del grupo B, como la B12, B6 o B1; facilitar la absorción de minerales como calcio, magnesio y hierro y alimentar a las células que componen la pared intestinal. Es decir, que aunque usted se alimente todos los días, si no tiene una flora bacteriana sana, no podrá aprovechar todos los nutrientes que consume.
Otras funciones importantes de estos microorganismos se expresan en la mejora de la actividad del sistema inmunológico -esencial en la prevención de alergias y males mayores como cáncer-, producción de enzimas digestivas y la inhibición de virus como el rotavirus, por ejemplo.

¿Cómo cuidarla?
Para mantenerla en el estado más óptimo posible, es importante consumir determinados alimentos que contribuyen a su regeneración y equilibrio, como los prebióticos, los probióticos, además de fibra insoluble y de ser necesario, suplementos de cultivos de bacterias y levadura de cerveza, sobre todo si se ha atravesado un tratamiento con antibióticos, que arrasa toda la flora, tanto la beneficiosa como la dañina.
Los prebióticos -rábanos, berro, cebolla, ajo, espárragos, alcachofas- contienen sustancias no digeribles que estimulan el crecimiento y la actividad de una bacteria o de un número restringido de ellas en el colon.
Mientras, los probióticos -yogurt, kéfir, miso (un subproducto de la soya, empleado en la cocina japonesa), chucrut (repollo agrio), suero- aportan organismos beneficiosos como los lactobacilus y los bífidos.
La levadura de cerveza, que se puede adquirir en copos o en pastillas en tiendas naturistas, sana la flora intestinal desde la raíz pues tiene "un especial efecto contra las bacterias colli y los hongos del género Cándida", señala Iona Purtí en su libro Guía de los suplementos dietéticos (Barcelona : Integral, 1998), permite el restablecimiento de las barreras inmunológicas y la disminución de la putrefacción intestinal.
En farmacias, se expenden cultivos de bacterias, en sobres, pastillas y más recientemente en ampollas de consumo oral, que aportan millones de microrganismos beneficiosos para colonizar de nuevo rápidamente intestinos que han atravesado un tratamiento de antibióticos o han sido afectados por diarreas por el aumento de la flora bacilar adversa.

Más razones
En los archivos de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se reconoce que los suplementos de bifidobacterias, combinados con Lactobacilos acidófilos, son "posiblemente eficaces" para la prevención de un tipo de infección de revestimiento del intestino llamada enterecolitis necrotizante; en asociación con la bacteria Estreptococo termófilo para la prevención de diarrea en niños y en general para el tratamiento de la dermatitis atópica en bebés, el síndrome del intestino irritable y reducir los efectos secundarios debido al tratamiento del Helicobacter pylori, la bacteria causante de la úlcera, entre otros aspectos.

Otras medidas
Además de una alimentación que privilegie los alimentos prebióticos y probióticos, consumir frutas y vegetales en forma abundante, además de unos dos litros de agua le ayudarán a conservar sana su flora intestinal, entre otras cosas porque alejará el estreñimiento, que promueve la concentración de toxinas y microorganismos nocivos que atacan la flora sana.
Otro aspecto esencial es acudir a los antibióticos solo cuando sea necesario y únicamente indicados por el médico tratante; la mayoría de gripes pasan con reposo, alimentación adecuada y abundante líquido, a lo que se puede sumar algún antibiótico natural como propóleo, equinacea, ajo y cebolla. Además de destruir la flora bacteriana, el exceso de estos medicamentos puede causarle una resistencia a los mismos que hará más difícil combatir con eficacia cualquier infección posteriormente.
Fuente: Estampas - El Universal.

jueves, 21 de julio de 2011

Prueban pastilla para reducir riesgo de VIH

El Programa de Naciones Unidas contra el Sida y la Organización Mundial de la Salud informaron que tomar una pastilla antirretroviral puede reducir el riesgo de contraer VIH

El Programa de Naciones Unidas contra el Sida (UNAIDS) junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostraron satisfechos por los resultados de dos estudios diferentes realizados en Kenia, Uganda y Botsuana, que demuestran que la toma diaria de los antirretrovirales tenofovir o tenefovir/emtricitabine previene la transmisión, hasta un 73%, del Virus de Inmunodeficiencia Humana causante del Sida, en parejas heterosexuales.

Según la agencia Efe, un primer estudio, llevado a cabo por el Centro Internacional de Investigación Clínica de la Universidad de Washington, analizó 4.758 parejas sero-discordantes (en las que un componente es seropositivo) de Kenia y Uganda.

A todas las parejas se les entregó preservativos femeninos y masculinos, y al miembro de la pareja no contagiado de VIH se le suministró uno de los dos medicamentos antirretrovirales o un placebo.

En el grupo de parejas a los que se les suministró tenofovir hubo 62% menos de contagios, y 73% menos entre los que tomaron tenofovir/emtricitabine, respecto a lo que tomaron el placebo.

El otro estudio al que se refieren UNAIDS y la OMS, llevado a cabo por el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, siguió los casos de 1.200 hombres y mujeres de Botsuana, a los que se les dio diariamente una pastilla tenofovir/emtricitabine o un placebo.

Entre quienes tomaron el antirretroviral se registró 63% menos de contagios que entre quienes recibieron un placebo.

"Estos descubrimientos confirman el papel esencial de la medicina antirretroviral para prevenir los contagios de VIH -dice Michel Sididé, director de UNAIDS- y podrían ayudarnos a alcanzar un punto de inflexión en la lucha contra la epidemia de Sida. El centro recordó que los medicamentos antirretrovirales están disponibles en casi todos los países a precios bajos: $0,25 céntimos por pastilla". 1,325 Bs. aproximadamente.

La directora general de la OMS, Margarte Chan, agregó que estos descubrimientos tendrán un "enorme impacto" en la prevención de contagios de VIH entre parejas heterosexuales, "ya que alentarán a más personas a someterse a las pruebas del VIH para tomar medidas frente a un posible contagio a la pareja".

Sólo la mitad de los 33 millones de personas que viven el mundo con VIH son conscientes de su situación, lo que implica que no toman medidas preventivas especiales en sus relaciones sexuales, señalan los organismos especializados.

Fuente: Estampas- El Universal.