Nadar, para sentirse bien

Todo el mundo está de acuerdo: la natación es buena para todo y para todos. Practicada en el agua, en ingravidez, esta actividad deportiva no presenta prácticamente ninguna contraindicación y, en cambio, aporta muchos beneficios. Descubre todos los puntos positivos de este deporte y ponte rápidamente el traje de baño.

Nadar es bueno para la salud

Contrariamente a la mayor parte de los deportes, la natación no provoca ningún dolor. La física y Arquímedes lo han demostrado: sumergido, el cuerpo queda aliviado del 80% de su peso. Resultado: en el agua, controlas tus articulaciones, tus tendones y tu espalda.

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Por tanto, nadar es la actividad ideal para aquellas que tienen kilos de más, que siguen una reeducación o que sufren de dolores musculares. La natación es uno de los mejores deportes para mejorar el retorno venoso. Como las demás actividades físicas, favorece el efecto favorece la circulación de la sangre situada en la piernas, gracias a la alternancia de contracciones y decontracciones musculares. A demás, en la piscina o en el mar, si se añade la posición horizontal, el frescor y la presión del agua, que asociados, ejercer una importante acciones de drenaje. Por lo que, adiós a los edemas y a las piernas pesadas. Actividad de resistencia por excelencia, la natación es especialmente beneficiosa para los sistemas cardio-vasculares y respiratorios. Ejercita el músculo del corazón con suavidad, mejora la respiración y favorece los intercambios gaseosos en el organismo.

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Nadar es bueno para la moral

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En el agua, como nos encontramos en ingravidez, nos sentimos bien. El cuerpo encuentra sensaciones similares a las que pudo sentir cuando se encontraba en estado feto en el cuerpo de la madre. El líquido transporta, rodea, envuelve, relaja los músculos y relaja las tensiones. Guiado por sensaciones físicas, el cerebro sigue y el estrés desaparece... A demás, como todos los deportes, la natación provoca la secreción provoca la secreción de endorfinas, célebres hormonas del placer. Al cabo de algunos minutos de esfuerzo, nos sentimos naturalmente bien, casi eufóricos. Por fin, como todas las actividades de resistencia, esta disciplina asegura resultados por el aspecto repetitivo de los movimientos y por su aspecto no cambiante.

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La natación se instala en una rutina propicia a la relajación del cuerpo y del espíritu. Al avanzar en el agua, también se avanza en la mente, se toma distancia con respecto a las situaciones, se encuentran soluciones y al salir del agua, nos sentimos bien, como si aliviados de los problemas.

Nadar es bueno para la figura

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A demás de los beneficios para la salud, la natación es la mejor actividad para conseguir un cuerpo de ensueño. Actividad de resistencia como la marcha a pie, correr o montar en bici, la natación ataca directamente las reservas de grasas. Es lo que se llama el régimen erobie: para hacer frente a los esfuerzos, el organismo utiliza el oxígeno y la glucosa y echa el gas carbónico. En cuanto se acaba la reserva de glucosa (al cabo de unos 40 minutos), tira de las reservas de grasas y las va fundiendo poco a poco.

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Nadar solicita continuamente a los músculos, ya que el esfuerzo se reparte por todo el cuerpo: brazos, piernas y tronco. El refuerzo muscular es general, lo que permite obtener una figura armoniosa y bien proporcionada. La natación es una actividad que, practicada de manera constante, permite quemar mucha energía: de 200 a 600 Kcal, según la intensidad. Sin olvidar que los músculos que habrás desarrollado durante la sesión, seguirán quemando, incluso en posición de reposo.

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Fuente: enfemenino.com