
Hasta hace muy poco, borrar marcas era un reto difícil para la medicina estética. Las alternativas más utilizadas consistían en eliminar totalmente el área de la piel que había sido marcada o aplicar el método de peeling, con el cual se lograba -en el mejor de los casos- aclarar la zona.
Esta nueva técnica, ya de uso en Europa, ha demostrado ser una opción eficiente no sólo para los tatuajes de tipo decorativo (hoy en día tan de moda), sino también para cicatrices ocasionadas por heridas y traumatismos.
Fuente: Estampas-El Universal.
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