
El equipo de Volkow estudió a 47 personas que fueron sometidas a un escáner cerebral mientras tenían un móvil encendido durante 50 minutos y a otro mientras el teléfono estaba apagado. Si bien no hubo un cambio general en el metabolismo cerebral, los autores descubrieron un incremento de 7% en el metabolismo cerebral de la región más cercana a la antena del móvil, cuando el teléfono estaba encendido.
Volkow se declaró sorprendida por el hecho de que la débil radiación electromagnética de los celulares pudiera afectar la actividad cerebral, pero dijo que los hallazgos no arrojaban ninguna luz sobre si los teléfonos móviles pueden ser causa de cáncer. "Este estudio no indica de ninguna forma eso. Lo que hace el estudio es demostrar que el cerebro humano es sensible a la radiación electromagnética de los teléfonos celulares", explica la especialista. Aunque algunos estudios han vinculado el uso de celulares a cánceres cerebrales, como el elaborado por la Organización Mundial de la Salud, aún ninguna de las investigaciones ha sido concluyente.
El uso de los dispositivos se ha incrementado drásticamente desde que se introdujeron en la década de 1980, y ahora mismo hay unos 5.000 millones de teléfonos celulares en uso en todo el mundo, lo que podría generar alarma tanto en la comunidad científica como en la población en general. Sin embargo, los resultados del estudio deben ser analizados con cautela además de que se deben ampliar el número de investigaciones para dar una respuesta definitiva a las consecuencias que puede tener sobre la salud el uso de celulares.
Fuente: Estampas - EL Universal.
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