
El especialista Miguel Betancourt, del Laboratorio Biológico Farmacéutico (Labiofam), dijo a la agencia Prensa Latina, según informó Efe, que el tratamiento con toxina de alacrán, en especial de la especie Rophalorus junceus, endémica de Cuba, ha beneficiado a medio millar de pacientes con cáncer en el pulmón, cuello del útero, próstata y páncreas.
También indicó que se ha podido comprobar la efectividad del veneno del escorpión en aplicaciones como analgésico y antiinflamatorio.
El investigador cubano explicó que la toxina se obtiene mediante estímulos eléctricos y que cada animal puede aportar 0,02 mililitros del veneno, equivalente a dos o tres gotas, al realizar el ordeño.
Los investigadores isleños expondrán sus experiencias sobre la extracción y manejo del veneno de alacranes en el Congreso Internacional Labiofam 2010 y el Simposio de Productos Naturales en la Terapia del Cáncer, previstos para finales de este mes.
Desde hace una década el laboratorio Labiofam, dedicado a producir vacunas y otros medicamentos, trata de demostrar un tratamiento contra los tumores con el empleo de la toxina del alacrán.
Fuente: El Universal.
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