- Limpiar y refrescar
- Calmar la piel
- Realzar el bronceado
- Iluminar el rostro
¡Descubre ya mismo los mejores trucos de belleza!
Primera etapa: Limpiar Y Refrescar
¿Te sientes pegajosa después de la playa? Lo primero es la limpieza, teniendo en cuenta la sensibilidad de la epidermis después de una exposición al sol.
¿Sientes tu piel quemada, tirante y una gran sensación de calor? Necesita cuidados adaptados para reparar los daños ocasionados por el sol y recuperar su buen aspecto.
A tener en cuenta: aunque no tengas la impresión de haberte quemado, utiliza de todos modos una crema para después del sol a diario cuando tomes el sol porque ayuda a preservar el capital celular reestructurando los tejidos y reduciendo las arruguitas.
¿Cuál elegir?
En la actualidad existen multitud de cremas after sun que puedes elegir en función de sus componentes y el efecto deseado:
- el aloe vera calma las quemaduras
- la alantoína es una materia muy grasa que nutre- los péptidos disminuyen el dolor- la uncaria de Amazonia es un anti edad- los aceites esenciales de lavanda, jazmín y romero refrescan.
En caso de quemaduras graves: Aplica una crema contra las quemaduras en capa espesa antes de dormir, sin hacer que penetrar. La piel la “beberá “ durante la noche.
¡Atención ! Si vuelves al día siguiente a la playa piensa en darte una ducha para eliminar los restos de crema contra las quemaduras, sino la película de crema que queda sobre la piel va a "cocer" al sol y multiplicar aún más los riesgos de quemadura. Y por supuesto no te expongas al sol: ¡El sombrero, la camiseta de manga larga y la protección total son obligatorios!
Ahora que tu piel está bien limpia e hidratada, puedes realzar tu bronceado con algunos trucos…
Nutre tu cuerpo: El sol "bebe” el agua de nuestro cuerpo. Resultado: una piel reseca sobre las piernas y la piel pela en cuando pasan unos días. Para evitarlo, nutre todo lo posible tu piel para que el bronceado perdure y las células de melanina continúen activas. Aplica aceites de Monoï, con nácares ultrafinos, para lucir una piel satinada.
> Un buen truco: elige aceites en versión "seca", muy nutritivas pero menos pegajosas.
Haz trampa:
Con los polvos de sol: nuestro mejor aliado para realzar el bronceado. Aplícalos con una gran brocha sobre el rostro y el escote para acentuar naturalmente el aspecto moreno. Elige los polvos según el tono de tu piel a la base: piel clara o morena.
Cuarta etapa: un maquillaje luminoso
Ahora que ya tienes una piel suave como la de un bebé y un precioso bronceado, resalta tu rostro con un maquillaje luminoso. La tez: Si ya has aplicado polvos de sol no es necesario añadir más. Unos toques de iluminador sobre los pómulos son suficientes para resaltar tu bronceado.
Un buen truco: para contrarestar la transpiración, lleva en el bolso hojas de papel matificante para los retoques antibrillos cuando salgas de noche. Pásalas sobre la zona T, para absorber el sebum.
Un buen truco: Aplica tu bálsamo labial bajo el gloss.
Para la sombra de ojos, elige los colores en función del color de tu piel y de tu bronceado:
- Si tu piel es clara y tiene un bronceado rosado, puedes jugar con los colores naturales. Bronce, dorado; marrón, te irán muy bien a condición que las sombras sean irisadas.
- Si eres de piel morena o ya estás bien bronceada, atrévete con los colores vivos, muy a la moda esta temporada, por ejemplo un toque de turquesa o fucsia sobre los párpados.