Tanto los riñones como el hígado son los principales órganos depurativos, encargados de "limpiarnos": el hígado elimina de la sangre las sustancias que pueden resultar nocivas para nosotros, y los riñones filtran los residuos y nos hacen expulsarlos a través de la orina. Tras épocas de excesos, como la Navidad, estos dos órganos necesitan ayuda porque tienen demasiado trabajo y, cuando esto ocurre, nuestro cuerpo lo nota. "Los principales síntomas que experimentamos cuando tenemos exceso de impurezas en el organismo son: cansancio sin motivo aparente, resfriados repetitivos, estrés, irritabilidad e incluso erupciones cutáneas", explica la doctora del Valle. Además, la piel pierde brillo, está menos hidratada y el pelo también pierde lustre. Una buena forma de empezar a depurarnos es aumentando la cantidad de agua que bebemos, ya que ayuda a arrastrar esas toxinas. "Por lo menos tres litros al día, empezando por la mañana. A primera hora, cuando todavía no se ha ingerido ningún alimento, es cuando los órganos depurativos están más activos", comenta del Valle.
Pero esto no siempre es suficiente. Hay diferentes formas de llevar a cabo una dieta depurativa. Lo ideal es que le consultes a un experto cuál es la que mejor te va y cuánto debe durar, en función de tus necesidades. Las más cortas no exceden más de dos o tres días; son las que sólo incluyen frutas, preparados con limón y otras hierbas depurativas y tisanas. Puede comerse todo tipo de frutas y hay que dejar de hacerla si notas que te sientes más débil o cansada de lo habitual. Otra opción es combinar las frutas con verduras. Este tándem aporta agua, vitaminas y minerales. Además, aumenta la cantidad de orina y se arrastran más toxinas. También nos proporciona fibra, que regula el tránsito intestinal y eso contribuye a limpiar el organismo. La experta apunta el mejor modo de enfrentarse a este tipo de dietas: "En primer lugar, es desaconsejable hacerla sin la supervisión de un médico. Después, nunca deberá durar más de una semana: lo ideal sería hacerla durante tres o cuatro días y después, si fuera necesario, comenzar una dieta 'limpia' en la que se eliminen ciertos alimentos no indicados para cada persona, pero en la que se lleve una alimentación variada".
Fuente: Estampas. El Universal.